La Distancia Separa Cuerpos... No Corazones
Monday, December 01, 2014
La vida es como una travesía que tiene su propio rumbo. Un rumbo donde grandes cambios ocurren. Cambios que difícilmente a veces no entendemos. Cambios que son causantes de muchas ventajas y de otras desventajas. Como leyeron en mi publicación anterior, en mi vida y la de mi esposo surgió un gran cambio
(si no lo haz leído entra aquí y te enterarás). Siendo ese cambio el factor principal de separación de nosotros con nuestros seres queridos. Uno de los sucesos mas tristes de nuestras vidas. Suceso que cambió nuestro entorno y nuestra perspectiva de la palabra: "familia". Donde aventuraremos nuevas experiencias solos pero que al final del día le contaremos a nuestra familia. Todo esto como parte de un nuevo comienzo. Comienzo que al momento es difícil, pero con el pasar del tiempo nos acostumbraremos.
(si no lo haz leído entra aquí y te enterarás). Siendo ese cambio el factor principal de separación de nosotros con nuestros seres queridos. Uno de los sucesos mas tristes de nuestras vidas. Suceso que cambió nuestro entorno y nuestra perspectiva de la palabra: "familia". Donde aventuraremos nuevas experiencias solos pero que al final del día le contaremos a nuestra familia. Todo esto como parte de un nuevo comienzo. Comienzo que al momento es difícil, pero con el pasar del tiempo nos acostumbraremos.
El no estar con nuestros seres queridos es uno de los cambios más retadores que mi esposo y yo estamos pasando. El cual gracias a esos cambios uno aprende a valorar a esas personas que han estado contigo desde el comienzo o desde muy temprana edad. Mi familia no es la mas grande del mundo pero le agradezco a Dios por la existencia de cada uno de ellos. A veces me siento como la persona mas afortunada del mundo. No son perfectos, pero como una vez escuché a alguien decir: "La Unión de la familia no se mide por el número de miembros, sino por la unión que hay en ellos..." Con toda firmeza tengo que decir que es cierto.
En los pasados días, tuve la honrada visita de mi querida mamá y mi tía donde aproveché cada segundo con ellas. Fueron muchas horas de gozo, aprovechamiento, consejos y de compartir con ellas hasta el último momento. Debo confesar que el día de su partida hacia Puerto Rico lloré como niña, porque no quería que mi mamá se fuera. No quería separarme de ella. El amor de una madre no se compara con el amor al prógimo. Mi esposo es testigo de lo niña que me veía llorando, al ver que mi mamá se me iba de aquí sin saber cuando la volveré a ver. Sin embargo, esta separación ha hecho que el amor hacia mi familia haya crecido aún más.
Así que si estás con algún familiar, dale un abrazo y dile cuanto lo quieres. Valora a esas personas que Dios escogió como tu familia. Dale gracias a Dios por esas personas que te rodean en las buenas y en las malas, porque no sabes cuando sea la última vez que compartas con ella. Doy fe que ésta separación ha sido como un enlace familiar. Porque si antes estabamos unidos, ahora nada nos separa, ya que la distancia separa cuerpos y no corazones...
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